lunes, 16 de noviembre de 2009

La mano de... Blatter

Hace 23 años, en México, Maradona maravilló al mundo en un espectacular partido frente a Inglaterra. Fue el principio de su camino hacia el Olimpo del deporte. Camino que se ha llegado a desviar hasta zonas poco nobles, pero que se le perdonan. Recuerden, es Maradona.

El año que viene, en 2010, Diego iba a participar en su quinto Mundial. Pero una canallada lo puso en peligro. Una grosería como casi no se recuerda. Una barrabasada propia de un barriobajero y no de un seleccionador de fútbol. Y menos de una selección como Argentina. Esa exaltación de un triste cuarto puesto puso en duda su presencia en Suráfrica. Pero le han tendido una mano. Otra mano. La de Blatter.

Para el actual presidente de la FIFA, el fútbol es un negocio que está por encima de todo y de todos. Se olvida que esto funciona gracias a los espectadores y a los jugadores. Le gusta pensar que el fútbol es una máquina perfecta engrasada por él. Y en realidad el fútbol ya existía antes que él. Y, por suerte, después de él.

Por eso, y solamente por eso, no podía perderse la oportunidad de tener otra vez a Maradona durante un mes en un mundial. Con el interés que el argentino despierta en los aficionados, en la prensa y, sobre todo, en los patrocinadores. Con esta ridícula sanción, Blatter ha dejado al mundo entero descubrir cómo es en realidad. Lo que le mueve. Una pena, la verdad.

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