
La verdad que esta copa me deja una sensación de pérdida de tiempo enorme, para jugar frente a Nueva Zelanda, Irak, Suráfrica y Estados Unidos. Vamos que si nos dicen que en vez de la Copa de Confederaciones son amistosos de preparación para el próximo Mundial, nos lo creemos. Pero yo creo que el mal sabor de boca ha sido casi por la mala imagen dada en ciertos momentos que por otra cosa.
No digo mal juego, digo mala imagen. Sobre todo del entrenador que ha demostrado tener poca capacidad de improvisación y recelar de aquello que nos ha hecho grandes en esto del fútbol. Del Bosque heredó un equipo maravilloso, diferente, único. Luis Aragonés consiguió dotar a la ‘Roja’ de un estilo propio, alejado de aquella furia tan arcaica que nos acompañaba por todo el mundo. Aquel equipo se caracterizó por el toque en corto, los apoyos, la creatividad en los metros finales y la seguridad defensiva. Ayer frente a Estados Unidos se vio el final de un proceso que comenzó cuando Del Bosque se sentó por primera vez en el banquillo de la selección.
El técnico salmantino ha querido poner su propio sello en este equipo, y le está saliendo mal. Jugamos muy bien, sí, pero no es lo mismo. Desde el principio, Del Bosque ha querido jugar con al menos un jugador de banda puro y aumentar el ritmo de toque y ataque mucho, acelerar el tiqui-taca. No ha dado buen resultado. Ese toque lento de España mataba a los rivales. Les permitía replegarse pero les hacía correr el triple de un lado del campo al otro. Para los mediocentros contrarios era un suplicio. Acababan ahogados y el equipo se partía por ahí.
Lo de jugar por las bandas es diferente. A Del Bosque le gustan los extremos. Recuperó a Riera para la selección, hizo debutar a Capel y Mata. De estos dos tiene más futuro el segundo, ya que el primero, pese a que jugó bien con la ‘Roja’, no entiende el fútbol colectivo y se enfrasca en sus regates.
Con este jugador de banda, hemos perdido un “tocón”, un “bajito”… En definitiva, hemos perdido a uno de los que nos dio nuestro sello de identidad. Quiero entender que la titularidad de Riera es por la baja forma de David Silva, un titular fijo y pilar básico del ataque español con Iniesta. Pero es que ahí no acaba el asunto. Ayer frente a Estados Unidos, de los bajitos solo estaban Xavi y Cesc en el equipo titular. Muy pocos socios para el mediocentro del Barcelona, que crece cuando tiene compañeros alrededor con los que asociarse. Lejos de arreglar esto, Del Bosque en la segunda parte decidió dar entrada a Cazorla por Cesc. Es decir, otro jugador de banda y menos apoyos para Xavi. Un error se mire por donde se mire. El cambio podría haber sido bueno si hubiera quitado a Riera o a un delantero, que ayer no estuvieron en ningún momento. Resultado: España como quiere Del Bosque, con dos mediocentros, dos bandas y dos delanteros. El gran equipo construido por Aragonés, desaparecido. Poco más tarde, entró Mata (otro jugador de banda). En el banquillo esperaba Silva. Incluso Llorente merecía la oportunidad de entrar, ya que siempre se creyó que serviría para abrir partidos como los de ayer, pero Del Bosque mostró poca cintura, la verdad.
Lo mejor es que Del Bosque tiene un año para reflexionar, y seguro que lo hace. No es obtuso ni mucho menos. Acepta la crítica y la sabe poner a su favor. Esa es la esperanza de la selección para el Mundial.